Carlos III obliga a Andrés a renunciar al duque de York y salvar la Corona

Carlos III obliga a Andrés a renunciar al duque de York y salvar la Corona

Cuando príncipe Andrés, nacido el 19 de febrero de 1960, recibió la orden de Carlos III de abandonar todos sus títulos reales, la noticia sacudió a Londres y a millones de seguidores de la monarquía en todo el mundo. El anuncio, oficializado el por el Palacio de Buckingham, buscaba proteger la imagen de la Corona frente a los escándalos vinculados al difunto pedófilo estadounidense Jeffrey Epstein. La medida implica que Andrés ya no será llamado "Su Alteza Real" ni participará en actos oficiales, incluida la tradicional reunión navideña en Sandringham.

Antecedentes y presión pública

Desde 2015, cuando surgieron las primeras acusaciones de que el príncipe mantenía contacto cercano con Epstein, la familia real ha sido blanco de crecientes críticas. Un sondeo realizado por el Instituto YouGov en septiembre de 2025 mostró que un 68 % de los británicos consideraba que los escándalos del duque de York habían "deteriorado gravemente" la reputación de la monarquía. La presión mediática se intensificó tras la entrevista televisiva de 2021, donde el príncipe intentó desmentir las acusaciones sin éxito.

El 16 de septiembre de 2025, Andrés asistió a una misa de réquiem por la duquesa de Kent, Katharine, en la Catedral de Westminster – una de sus últimas apariciones públicas antes de la renuncia definitiva. Lo que parecía un último intento de reintegración resultó ser la gota que colmó el vaso para la familia real.

Detalles de la renuncia

Según el comunicado del Palacio de Buckingham, el príncipe mantendrá su título de nacimiento, pero perderá el de duque de York, así como la condición de miembro de la Orden de la Jarretera, la orden de caballería más antigua del Reino Unido. Además, su esposa, Sarah Ferguson, dejará de usar “duquesa de York”. Sus hijas, la princesa Beatriz y la princesa Eugenia, conservarán sus títulos de princesas.

En la declaración, Andrés afirmó: “Tras discutirlo con el Rey y con mi familia inmediata, hemos llegado a la conclusión de que las acusaciones continuas contra mi persona suponen una distracción para Su Majestad y la Familia Real durante sus tareas. He decidido, como siempre he hecho, anteponer mi deber con mi familia y con mi país.”

El anuncio también incluye la revocación de su derecho a usar la forma de estilo "Su Alteza Real" y la prohibición de aparecer en cualquier lista oficial de representantes de la Casa de Windsor. En términos legales, el cambio implica la pérdida de los ingresos asociados al Ducado, que ascendían a aproximadamente £2,3 millones anuales según datos de la Oficina de Finanzas de la Corona.

Reacciones de la familia y la institución

Cuando el rey Carlos III habló con la prensa el día siguiente, describió la decisión como “un paso necesario para preservar la integridad de la Corona”. El propio Carlos, que ascendió al trono en 2022 tras la muerte de la reina Isabel II, ha intentado modernizar la imagen de la familia, pero la sombra de los escándalos ha sido difícil de disipar.

Por su parte, Sarah Ferguson emitió un breve comunicado en el que expresó su “gratitud por los años de servicio” y aceptó “con dignidad” la pérdida del título, aunque destacó que sus hijas seguirán cumpliendo con sus deberes reales.

Los analistas de la Oficina de Comunicaciones del Palacio confirmaron que la medida forma parte de una estrategia de “daño controlado”, diseñada para aislar el problema sin comprometer la continuidad del linaje real.

Impacto y análisis de expertos

El profesor de derecho constitucional María López, de la Universidad de Oxford, señaló que la renuncia “marca una ruptura sin precedentes con la tradición de la monarquía británica”. Según la experta, el hecho de que Andrés conserve el título de príncipe pero sea excluido de la vida pública crea una ambigüedad legal que podría abrir la puerta a futuras disputas sobre la sucesión y los derechos hereditarios.

En el ámbito de la opinión pública, el estudio de Ipsos MORI publicado el 22 de octubre mostró que el respaldo al rey cayó del 62 % al 55 % en una semana, aunque la mayoría de los encuestados (71 %) aprobó la decisión de apartar a Andrés de las funciones oficiales.

Desde el punto de vista financiero, el Simon Business School calculó que la eliminación del Ducado de York reducirá los costes operativos de la Corona en torno a £15 millones al año, una cifra que el gobierno pretende destinar a programas de preservación del patrimonio histórico.

Qué sigue para la Corona británica

Los próximos pasos incluirán la revisión de la lista de titulares de títulos nobiliarios, que se espera sea publicada a finales de 2025. Además, el palacio anunció la creación de un comité interno de ética, liderado por la duquesa de Cambridge, para supervisar futuros incidentes que puedan amenazar la reputación real.

Para el príncipe Andrés, la vida se orienta ahora hacia la filantropía discreta y la defensa de causas benéficas a través de su fundación personal, sin la necesaria cobertura mediática. Solo el tiempo dirá si la medida conseguirá el objetivo de “salvar la Corona” o si los escándalos seguirán erosionando la confianza en la monarquía.

Preguntas frecuentes

¿Cómo afecta la renuncia del príncipe Andrés a la sucesión al trono?

La renuncia no altera su posición en la línea de sucesión, ya que sigue siendo hijo de la reina Isabel II. Sin embargo, la exclusión de funciones oficiales reduce su visibilidad y el peso político que tradicionalmente acompañaba a los títulos reales.

¿Qué pasa con los ingresos vinculados al Ducado de York?

Los ingresos, estimados en £2,3 millones anuales, pasarán al Tesoro británico. Parte de ese dinero será reasignado a proyectos de conservación del patrimonio, según la Oficina de Finanzas de la Corona.

¿Mantendrá la princesa Beatriz y la princesa Eugenia sus títulos?

Sí. Ambas conservarán sus títulos de princesas, según el comunicado oficial del Palacio. La decisión busca minimizar el impacto en la generación más joven de la familia real.

¿Cuál es la reacción de la ciudadanía británica?

Según encuestas recientes, la mayoría apoya la medida como una forma de proteger la institución, aunque persiste una sensación de desilusión hacia la familia real en su conjunto.

¿Qué papel jugará el nuevo comité de ética del palacio?

El comité, presidido por la duquesa de Cambridge, se encargará de vigilar comportamientos de miembros de la familia y proponer respuestas rápidas ante futuras controversias, con el objetivo de mejorar la transparencia.