Esperanza Aguirre, una de las figuras más influyentes del Partido Popular en la última década, ha vuelto al centro del debate político con la presentación de su nuevo libro, Una liberal en política. Por qué lo que funciona es el liberalismo (Editorial Deusto, mayo de 2025), en Madrid el 19 de mayo. A sus 73 años y fuera de la primera línea desde 2017, la expresidenta de la Comunidad de Madrid (2003-2012) y exvicepresidenta del Senado no busca un regreso formal, pero sí reafirmar su legado ideológico: un liberalismo radical que, según ella, el PP ha abandonado por timidez.
El libro como arma ideológica
En su obra, Aguirre no escatima críticas al gobierno de Pedro Sánchez. Denuncia una "colonización institucional sin precedentes", donde organismos clave como la RTVE, la Fiscalía General del Estado, el Tribunal Constitucional y el CIS serían usados como herramientas partidistas. "No se trata de alternancia, se trata de ocupación", asegura. Su diagnóstico es contundente: las fuerzas conservadoras han caído en el "conservadurismo tímido", y la solución, según ella, es volver a lo básico: menos Estado, más libertad, meritocracia y recuperar el orgullo liberal."Peso pluma", pero con impacto real
Cuando le preguntan por su influencia actual en el Partido Popular, Aguirre responde con una frase que ha circulado como un mantra entre sus seguidores: "Diría que peso pluma, pero en dos temas fundamentales se ha tomado la decisión liberal: vivienda y energía nuclear". Es cierto: la oposición al control de precios en la vivienda y el respaldo a la energía nuclear —dos banderas que ella defendió en su etapa como presidenta— ahora son parte del discurso oficial del PP. No es coincidencia. Su exalumna, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, prologó el libro. La conexión es evidente: Díaz Ayuso es, para muchos, la heredera ideológica de Aguirre.El peso de los escándalos y el silencio
Pero no todo es ideología. El legado de Aguirre está manchado por los escándalos de corrupción que estallaron bajo su mandato: Lezo, Púnica, Gürtel y Ciudad de la Justicia. Antiguos colaboradores como Ignacio González, Francisco Granados y Alfredo Prada enfrentan condenas que suman decenas de años de prisión. Aunque Aguirre dimitió en 2012, nunca asumió responsabilidad directa. En el libro, apenas los menciona. "Minimiza", según El País. Y eso, en un país que exige cuentas, es una grieta en su narrativa de pureza moral.El rey, Sánchez y la democracia
El 21 de noviembre de 2025, en el Congreso de los Diputados, Aguirre hizo un discurso que conmocionó. Lamentó que Juan Carlos I no fuera invitado a los actos del 50 aniversario de su proclamación (22 de noviembre de 1975). "El rey Juan Carlos, teniendo todos los poderes del Estado que había heredado de Franco, nos los cedió al pueblo español", dijo. Reconoció que su vida privada tuvo "muchos errores", pero insistió: "En la vida pública ha hecho muchísimo para España". Y luego, con un tono que parecía una sentencia: "Lamento muchísimo que el señor Sánchez se escaquee de venir hoy aquí para no dar la cara después de que él decidió dictar sentencia en vez del Supremo". Se refería a la condena del fiscal general Álvaro García Ortiz, un caso que ha dividido al país.El eco de Milei y la violencia política
En agosto de 2025, en una entrevista con COPE, Aguirre elogió a Javier Milei, presidente argentino, como un modelo: "La derecha debería hacer suyas muchas de sus propuestas. Porque, como Thatcher y Reagan, provoca la violencia de todos los seguidores del social-comunismo". Cuando se le preguntó qué entendía por "violencia", no aclaró. Pero en septiembre, tras el asesinato del activista estadounidense Charlie Kirk, afirmó en Telemadrid: "La realidad es que todos los ataques vienen de la izquierda". Y añadió: "Si la víctima hubiera sido un líder de la extrema izquierda, aquí no le darían la misma importancia". Su lenguaje, cada vez más beligerante, suena como un llamado a la guerra cultural.El pacto PP-Vox y el futuro del conservadurismo
En mayo de 2025, Libertad Digital la citó diciendo que el PP y Vox deben unirse porque "tienen claro lo importante: que salga Sánchez". No habló de programas, ni de reformas. Solo de poder. Y en ese objetivo, parece dispuesta a sacrificar cualquier otro. Su visión no es de gobierno, sino de derrota del adversario. El liberalismo que defiende ya no es solo económico: es también una guerra identitaria.¿Qué queda de su legado?
Aguirre dejó la política activa, pero no la política. Su libro no es un recuerdo: es un manifiesto. Y su influencia, aunque diga que es "peso pluma", se siente en cada decisión del PP sobre vivienda, energía y justicia. No lidera, pero inspira. No gobierna, pero juzga. Y mientras el Partido Popular busca su identidad, ella sigue siendo, en silencio, su brújula ideológica.Frequently Asked Questions
¿Por qué se dice que Esperanza Aguirre tiene "peso pluma" en el PP?
Aguirre afirma que su influencia directa es mínima, pero en temas clave —como la oposición al control de precios en vivienda y el apoyo a la energía nuclear— sus posturas se han convertido en política oficial del PP. Su legado ideológico, transmitido a figuras como Isabel Díaz Ayuso, sigue moldeando decisiones, aunque ella ya no ocupe cargos.
¿Qué relación tiene Aguirre con Isabel Díaz Ayuso?
Díaz Ayuso es considerada por Aguirre como su "mejor alumna" y prologó su libro. Ambas comparten una visión liberal, centralista y antipsoeista. Díaz Ayuso ha adoptado muchas de las políticas que Aguirre impulsó en la Comunidad de Madrid, especialmente en educación, seguridad y economía, convirtiéndola en su heredera política más visible.
¿Por qué Aguirre defiende a Juan Carlos I a pesar de sus escándalos?
Aguirre separa claramente la vida privada de la pública: reconoce que el rey cometió errores personales, pero insiste en que su papel en la transición democrática —ceder poderes a las instituciones civiles— fue decisivo para España. Su defensa es también un ataque indirecto a Sánchez, a quien acusa de deslegitimar la monarquía por razones políticas.
¿Cómo influye Aguirre en la política actual si no tiene cargo?
A través de su red de influencias, sus declaraciones en medios conservadores y su libro, que sirve como texto de referencia para sectores del PP que rechazan el centrista. Su discurso alimenta la corriente más dura del partido, especialmente en temas de identidad, justicia y economía. No gobierna, pero moldea el pensamiento.
¿Qué opina Aguirre sobre el pacto PP-Vox?
Aguirre lo apoya sin reservas, argumentando que ambos partidos deben unirse para derrocar a Pedro Sánchez. No habla de reformas ni de programas, sino de un objetivo táctico: el poder. Para ella, la ideología secundaria frente a la necesidad de eliminar al adversario, lo que refleja una visión pragmática y confrontativa de la política.
¿Por qué Aguirre menciona a Javier Milei?
La ve como un modelo de liderazgo radical que desafía el establishment y provoca reacciones violentas en la izquierda. Para ella, Milei representa lo que la derecha española debería ser: audaz, anti-establishment y sin miedo a la polarización. Su referencia no es económica solo, sino simbólica: la capacidad de generar cambio mediante la confrontación.